Paul Cézanne (1839-1906), uno de los artistas más influyentes de la historia de la pintura moderna, inspiró a generaciones de artistas. Clasificado generalmente como postimpresionista, su método único de construcción de la forma con el color y su enfoque analítico de la naturaleza influyeron en el arte de los cubistas, los fauves y las sucesivas generaciones de artistas de vanguardia. Comenzando a pintar en 1860 en su Aix-en-Provence natal y estudiando después en París, los primeros cuadros de Cézanne de temas románticos y clásicos están impregnados de colores oscuros y ejecutados con una pincelada expresiva en la tradición de Eugène Delacroix (1798-1863). Los dramáticos contrastes tonales y las gruesas capas de pigmento (a menudo aplicadas con espátula) ilustran el vigor con el que Cézanne pintó durante la década de 1860, particularmente evidente en la serie de retratos de su tío Dominique Aubert, disfrazado de abogado, artista y monje (53.140.1; 1993.400.1). Este tipo de vestuario recuerda a los cuadros españoles de Édouard Manet de la década de 1860.
Aunque las tres obras que Cézanne expuso en la primera exposición impresionista de 1874 no se ajustaban del todo a la técnica impresionista de colocar rápidamente apliques de pigmento sobre el lienzo, acabó abandonando su paleta relativamente oscura a cambio de tonos brillantes y comenzó a pintar de puertas adentro, animado por el pintor impresionista Camille Pissarro (1830-1903). Sus Bañistas (1976.201.12) de 1874-75 demuestran un estilo y una escala tonal desarrollados en uno de sus primeros cuadros sobre este tema, que se repite en su obra. El paisaje de Les Baigneuses tiene el brillo de la pintura al aire libre, mientras que las figuras, sacadas de la imaginación del artista (Cézanne rara vez pintó desnudos en vivo), se reconcilian en este escenario. El complejo proceso de inspirarse en estas dos fuentes, la naturaleza y la memoria, ocupará a Cézanne en su obra posterior. El pescador (escena fantástica) (2001.473), de alrededor de 1875, comparte los mismos tonos vivos que Bañistas, mientras que su temática recuerda los temas fantásticos familiares de la década de 1860; también podría ser el producto de dos fuentes polares.
En sus bodegones de mediados de la década de 1870, Cézanne abandona sus superficies gruesas e incrustadas y comienza a resolver problemas