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UN ASPECTO POCO CONOCIDO DE PICASSO


El Museo de Historia de la Inmigración de París presenta una exposición sobre un tema poco desarrollado, por no decir desconocido: el de Pablo Picasso, artista rechazado y presunto anarquista.

Cuando llegó en 1900, en una Francia xenófoba que acababa de salir del caso Dreyfus, sólo tenía 19 años, pero su talento ya le había valido el derecho a presentar un cuadro en la Exposición Universal.

Por aquel entonces, no hablaba francés y vivía en una gran precariedad con sus únicos amigos, catalanes, lo que le supuso una vigilancia constante por parte de la policía francesa, que le tachó de anarquista desde el primer momento, lo que se mantuvo durante décadas. Clasificado como un "Fiché S" moderno, escriben los autores del catálogo de la exposición.

Durante cuarenta años se movió entre la efervescencia artística y las guerras asesinas y fue sucesivamente calificado de anarquista catalán, republicano español y comunista, denigrado como vanguardista y acosado y humillado "con el único delito de ser extranjero", dice la historiadora Annie Cohen-Solal ("Un étranger nommé Picasso")


Aunque fue localizado por informadores de la policía en los bares de Montmartre, Picasso nunca fue encarcelado, aunque tenía que ir a una comisaría cada dos años para que le tomaran las huellas dactilares.

Este viaje dirigido al corazón de un Picasso poco conocido arroja luz sobre algunas de sus pinturas, esculturas, dibujos, fotos, documentos y archivos raros, incluidas las cartas de su madre, María Picasso y López.

Este recorrido también revela la evolución de su obra en relación con otros marginados sociales y su amistad con Max Jacobs y Guillaume Apollinaire, o la admiración que sentía por Rainer Maria Rilke.

Sin embargo, a partir de 1908 consiguió vivir de su arte apoyándose en su red de amigos artistas, marchantes y coleccionistas, la mayoría de los cuales eran también expatriados.

Adquirió fama y riqueza en muchos países occidentales: antes de la Primera Guerra Mundial en Europa, y a partir del periodo de entreguerras en Estados Unidos.



Pero en Francia sigue siendo despreciado e ignorado, excepto por la policía. Pocos críticos aprecian su talento y su obra. Los museos, aplastados por un persistente academicismo, le rehuyeron y sus compradores fueron coleccionistas expatriados, como el matrimonio Leo y Gertrude de Stein.

En 1914, el Estado francés secuestró 700 obras de su periodo cubista que se encontraban en casa de su amigo, el marchante de arte Daniel-Henry Kahnweiller; estas obras se dispersaron en una falsa subasta y se perdió su rastro durante casi diez años.


Adquirió fama artística y política internacional en 1937, cuando pintó el Guernica, una manifestación de su compromiso con los republicanos españoles; por ello, cuando solicitó (finalmente…) la nacionalidad francesa en 1940 por miedo a ser deportado, su solicitud fue rechazada.

Picasso no se fue de Francia por todo eso.

Los nuevos tiempos políticos que siguieron a la Liberación propiciaron su entrada en las colecciones públicas francesas en 1947 y se instaló definitivamente en el sur de Francia a partir de 1950.

A pesar del ambiente más tranquilo, rechazó todos los honores ofrecidos por un país en el que había vivido durante casi 70 años: porque sólo tenía "su estudio como país".


Source : Annie Cohen-Solal, Commissaire de l’exposition.


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